Restauraciones de incrustaciones y onlays

En casos de pérdida de tejido dental, se pueden preferir las incrustaciones inlay o onlay que aumentan el tejido de soporte para prevenir la deformación del tejido remanente. Se diferencian de los materiales de relleno en que son más duros y duraderos, y de las coronas completas en que preservan el tejido dental remanente. Por lo tanto, son restauraciones avanzadas que se aplican como alternativa a los empastes y coronas tradicionales.

¿Qué son las restauraciones Inlay-Onlay?

Se trata de restauraciones duraderas y estéticas, hechas a medida para cada diente. Los modelos de impresión se transfieren al laboratorio mediante escáneres tridimensionales para su uso en la preparación de empastes. Suelen estar hechos de materiales como la porcelana. Las restauraciones onlay cubren uno o ambos bordes del diente, mientras que las restauraciones inlay se colocan en la cavidad del diente, como si fueran empastes.

¿Cuáles son las ventajas de las restauraciones inlay-onlay?

5.3. Compensa la pérdida de material en los dientes causada por caries, por ejemplo, mediante el soporte de materiales duraderos. Las impresiones digitales tridimensionales de cada diente permiten realizar restauraciones precisas y con un ajuste preciso. Se evita tener que tallar los dientes para las prótesis coronales, preservando así el tejido dental natural restante. Gracias a su alta resistencia a las fuerzas de mordida y masticación, estas restauraciones pueden convertirse en prótesis duraderas. La suavidad de los bordes y la superficie lisa de las restauraciones inlay-onlay facilitan su cepillado y limpieza. La restauración aplicada se integra perfectamente con el tejido dental en cuanto a color y transmisión de luz, lo que resulta en resultados estéticamente agradables. Durante el proceso de fabricación, la anatomía superficial de los dientes se estudia meticulosamente en el laboratorio y se procesa con precisión, logrando una apariencia estética compatible con la cavidad dental. Las restauraciones inlay-onlay se adhieren a la cavidad dental mediante adhesivos especiales que se unen químicamente con el tejido dental natural, garantizando restauraciones duraderas y previniendo fugas marginales, minimizando así el riesgo de nuevas caries. Presentan un alto contacto y armonía con los dientes vecinos y son restauraciones hechas a medida que conservan los tejidos sanos sin necesidad de pérdida de material gracias a su buena compatibilidad con los tejidos dentarios remanentes.

¿Se pueden aplicar restauraciones Inlay-Onlay?

Las restauraciones inlay-onlay son la opción preferida cuando los empastes tradicionales no ofrecen el soporte adecuado para los dientes. Permiten preservar el tejido dental remanente en situaciones donde los dientes se vuelven más frágiles, como durante un tratamiento de conducto. En casos donde se requieren coronas, si existe tejido dental sano, se pueden seleccionar estas restauraciones personalizadas y compatibles con los tejidos para preservarlo.

¿Cómo se aplican las restauraciones Inlay-Onlay?

En primer lugar, un examen clínico evalúa la idoneidad de los dientes para restauraciones inlay o onlay. Tras eliminar cualquier caries del tejido dental, se transfiere digitalmente una impresión detallada del diente y se comparte con el laboratorio. La planificación generada por computadora permite ajustar las dimensiones y el color de la restauración. Se coloca una obturación provisional y, a continuación, se transfiere la restauración inlay o onlay. En la siguiente cita, se verifica el ajuste de la restauración al diente y, a continuación, se adhiere a la superficie dental con adhesivos compatibles con los tejidos. El proceso finaliza tras realizar las comprobaciones necesarias de pulido y altura.

¿Qué debe saber después de una restauración inlay-onlay?

No es necesario cambiar la higiene bucal rutinaria después de la colocación de restauraciones inlay-onlay. El cepillado, el uso de hilo dental y el enjuague bucal deben continuar según las recomendaciones del médico. En general, las restauraciones y otras necesidades dentales deben revisarse cada seis meses.